Libro
 
ID  1256
Ellas y ellos hablan. En la calle y en el Hogar de la Esperanza. Testimonios y reflexiones.
Richard, Pablo; Bonilla, Yadira; Navarro, Orlando
Artículo Disponible
304.8 R516
1
Donado
  • Desafío Cristiano
  • Indigencia
  • Superación
  • SIDA
  • VIH
El libro que aquí presentmaos, casí en su totalidad, ha sido escrito por mujeres y hombres que viven en condición de calle o en el 'Hogar de la Esperanza'. Nuestro trabajo ha consistido nada más en escucharlos. Solo después hemos puesto por escrito los testimonios hablados. Estos testimonios, que presentamos en la primera parte, abarcan alrededor del 80% de la totalidad del libro. Por eso decimos que éste ha sido escrito por ellas y ellos, quienes son realmente sus autores.
El que vive en la calle es un sujeto humano y real.
No es un mendigo, un indigente o un excluido, porque es un sujeto que camina con sus propios pies, vec on sus propios ojos, piensa con su cerebro y habla con sus propias palabras.
No es un indigente, pues en todas sus situaciones de sobrevivencia, actúa en forma consciente, social, creativa y constructiva.
El que vive en la calles es "invisible", pero es capaz de construir su espacio propio, su barrio, su "zona" que es "roja" de amor y sangre.
Tiene alguna calle o plaza donde encuentra su comunidad.
Nunca le falta una pileta donde bañarse y limpiar su ropa.
El que duerme en la calle siempre encuentra un techito para dormir y un perro que lo calienta y lo defiende en la noche, pero también sufre la soledad, los desprecios y patadas, y los chorros de agua que les tiran para "limpiar la calle".
En la ocuridad de la noche y el frío y el hambre que mata, siemrpe siente la presencia del Dios de la Vida. Escucha un susurro de Jesús que le dice: "Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y estén contentos, porque será grande la recompensa que recibirán ahora y en el cielo. Pues bien saben ustedes que así persiguieron a lso profetas que vivieron en la calle antes de ustedes, para construir el Reino de Dios". Hasta una oración nace en su mente: "Padre nuestro que estás en la calle, santificado sea tu nombre ensuciado por la basura donde vivimos, venga a nosotros tu Reino y hágase tu voluntad aquí con nosotros, de la misma forma como tu voluntad se hace en cielo. Y lo más importante: danos hoy nuestro pan de cada día". Tampoco falta: "Dios te salve María, porque tú también diste a luz a Jesús en la calle". Amén. ¡Ven Señor Jesus!
978-9977-83-173-2
Departamento Ecuménico de Investigaciones DEI
1
2012
Testimonios
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Costa Rica
San José
Español
Priscila Barrientos
Priscila Barrientos
18/06/2015
18/06/2015

Elaborado por Editorial Digital, www.editorialdigital.net